Georgia “George” Lass es una mala estudiante, una adolescente sarcástica e inadaptada que no tiene ninguna habilidad especial y que parece incapaz de interesarse por nada, incluyendo su propia vida. Le gusta cultivar una imagen cínica que pone de los nervios a su madre, desconcierta a su padre y la aísla de su hermana pequeña.



Como su madre no deja de presionarla para que consiga un trabajo, George acude a una agencia de trabajo temporal que le proporciona un puesto en una oficina. Pero durante su descanso para comer, su vida es segada de raíz cuando el retrete de la estación MIR cae del cielo y la aplasta. George no se da cuenta de que ha muerto hasta que Rube, el líder de un grupo de recolectores de almas, se lo demuestra. Rube toma a George bajo su protección y le presenta a los otros miembros de su grupo de “no muertos”.

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Los miembros del equipo de Rube son, como George, personas que murieron dejando sin resolver ciertos asuntos de su vida. Todavía tienen lecciones que aprender, lecciones que no consiguieron aprender en vida por una u otra razón. Caminan por las calles de la ciudad como cualquier otra persona. Tienen que encontrar un lugar para vivir, cocinar, comer y lavar la ropa y su aspecto es similar al de los vivos.